domingo, novembro 12, 2006

Memorial rosa

Como...
... asir el agua, alcanzarte.
... bailar en penumbras, acercarme.
... llorar por las noches, confesarte.
... desechar ad infinitum el plan del teléfono, atreverme.
... soñar a mis 7 años, mirarte.
... el silencio oscuro para mis migrañas, encontrarte
... la fiebre del betún en las aspas de la batidora cuando mamá hacía pastel, escucharte oler.
... la magia de Minotaure en la secundaria aquel 1992, desearte.
... extenuarme mientras corro, poder susurrarte.
... mis barquitos de papel zozobrando en las calles inundadas de Monclova, tomarte la mano.
... escribir este ¿poema?, acariciarte.
... entender las razones del dolor, besarte.
... mi primera noche tras leer El Cascanueces, consagrarme a ti; esperarte...

3 comentários:

Anônimo disse...

Me es difícil comentar sobre los poemas (o "¿poemas?") de mis amigos. Para mí eso es algo que Ernie escribió, y es obvio porque las calles de Monclova, El Cascanueces, la indecisión al teléfono y demás sólo pueden pertenecerte a ti. Me entristece desconocer a tu destinatario. Quisiera que existiera.

Anônimo disse...

¡Mira! Por primera vez pongo un comment algo serio.

Anônimo disse...

Esos memoriales rosas que nos hacen escribir poemas no tienen precio.