domingo, outubro 23, 2005

La lección de Idaho

Han pasado los días. Cumplí años y todo lo que eso implicó... Los 25 sí que son un acontecimiento. No sé. Han sido especialmente difíciles y no porque hubiera habido traumas con asumir la edad por lo del "cuarto de siglo". Eso al final, es interesante, pero no deja de ser accesorio. A lo que me refería era que es bastante intenso lo de estar solo y en proceso de adaptación: nueva ciudad, nueva escuela, nuevo programa, nuevas personas, nueva casa... No lo voy a negar: hay muchos ratos de desánimo, de desconsuelo, de tristeza, de saudades, pero tengo fe en que todo habrá de ser superado. He conocido excelentes personas por acá (en especial, Ingrid) y he tenido experiencias inolvidables. Al final, es ése el único balance que tengo: el de las buenas cosas que me han regalado estos nuevos lugares. En fin, que estoy contento. No puedo contar más con el pasado. Pero estoy feliz con este nuevo presente. Ahora lo entiendo todo: ¡Gracias a la vida por traerme a Austin...!

Nenhum comentário: