
Viernes a las cinco:
Eras incertidumbre, expectativa generosa.
Ahora, advertencia de tres días en los que no es más posible habitar la amplitud de los libros o arrellanar en el futuro la esperanza.
El teléfono celular duele como apéndice y le aproximo más miradas que a mi más querido espejo.
Un deseo, una corazonada te encandilan, pero no; él no vendrá jamás...
Um comentário:
Ernie ha vuelto...
Ahora más poeta que nunca
Postar um comentário