domingo, abril 30, 2006

Esos pequeños grandes placeres...

He aquí algunos de ellos:

La sensación de cansancio que experimento después de correr. Algo que media entre el ahogo, el calor y el dolor.
Estirarse las piernas después del ejercicio.
Los calambres en mi abdomen después de treinta y tres abdominales seguidos.
Beber un vaso de agua después de hacer una hora de ejercicio.
Darle tragos a un vaso de agua helada mientras mastico un chicle o chupo una tutsi-pop.
Acariciar con vehemencia a Kiyoshi mientras ronronea.
Orinar sobre la nieve por la noche.
Ver nevar desde la ventana, a media tarde, en Boulder.
La lluvia en Austin.
Mi casa en Monclova.
Meter mis manos debajo de la almohada y sentir que está helada.
Pasear mis pies entre las sábanas y sentir cuán frías están.
Andar en ropa interior y descalzo por mi departamento los días de verano.
Dejar el betún del pastel hasta el final, hasta después de acabarme el resto del pan en la rebanada.
Chuparme los dedos llenos de chocolate.
El sabor de la Snickers Ice Cream Bar.
La capirotada de mi abuelita acompañada con helado de crema de vainilla de la heladería de mi abuelito.
Las tortillas de harina (hechas con Harina Lista), recién hechas por mi mamá, con mantequilla Gloria.
Ir al cine por la noche.
Tomarte de la mano -a escondidas- en el cine.
Las palomitas con salsa Valentina.
Los yuquis de limón o de vainilla afuera del colegio.
Los abrazos, los besos, los cariños de mi mamá.
Las frasecitas ingeniosas de mi mamá.
Bañarme con la manguera en el patio de mi casa en el verano con sol y aire fresco.
El Incredible Grilled Eggplant Sandwich de The Cheesecake Factory los domingos por la tarde al lado de una buena compañía.
La Freshie Pizza con parmesano al centro y miel natural de abeja en los bordes de The Sink en Boulder.
La música norteña en la troca de mi papá.
La sopa de pollo de Elizabeth.
El mojito cubano de Rhumba en Boulder.
La raspberry beer de Mountain Sun en Boulder.
Las margaritas del Randie en su casa en Boulder.
La cerveza Lambic de frambuesa.
Mi cama en Monclova.
La salsa de tomatillos silvestres de Mexticacán.
El queso fresco de Mexticacán sobre los frijoles refritos.
Las tostadas en las kermeses de la Iglesia de Santiago Apóstol y en la Ermita de Nuestra Señora de Zapopan en Monclova.
Las granadas de casa de mi abuelita Popa en Monclova.
Viajar en autobús de pasajeros en México y estar en el asiento al lado de la ventana.
Pronunciar palabras altamente nasales en portugués.
El primer capítulo de Noticias del Imperio.
Escuchar la palabra literature pronunciada por un English Native Speaker.
Los diminutivos de mi abuelita.
Hacerle cariños a Bobby, el perrito de mi abuelita.
Dejarme morder por Bobby.
Aterrizar en Denver.
Los dominicanismos en boca de Elizabeth.
Las conversaciones con Fernando en su coche.
Ver a Elizabeth comiendo comida mexicana y enchilarse.
Las gorditas de queso, nopales y rajas con queso de San Pancho, Aguascalientes.
Ver el Cerro de la Silla en Monterrey.
Escuchar y ver a mi hermana tronando los dedos.
Mover los pies en la cama hasta quedarme dormido.
Cocinar.
Escuchar a mi papá decir queso.
El sabor de las aceitunas Kalamata.
El chai de Starbucks.
Las "gringas" y los tacos de trompo en Tacos Vitali en Monclova.
Dormir la siesta con la ventana abierta mientras cae el sol y sopla el viento fresco.
Despertarme a media noche y temblar de frío y después taparme.
Aplaudir con Gaby.
Despertar a media noche a causa de una fuerte tormenta e imaginar que estás conmigo y que me abrazas.
Ser tu antropófago.
El momento en que timbra mi celular y me sorprende ver que eres tú quien me llama.
Los días fríos, nublados y lluviosos.
El instante en que se me sale el corazón cuando voy a contestarte el teléfono o a saludarte.
Declinar con éxito hic, haec, hoc.
Leer y entender a Góngora y a Sor Juana.
Pesarme y descubrir que aún le simpatizo a la báscula.
Ponerme crema en los pies.
La primera página de El arco y la lira.
Ver andar de prisa al profesor Baena.
Cortar champiñones.
La risa de mi hermana.
El corrido de Monterrey con mariachi.
Las narices de hombres judíos guapos.
Escuchar a mi tía Yola echando maldiciones.
Oír a los árabes hablando en inglés.
El himno nacional.
Escribir...
Los geranios.
Volver cantada por Calamaro.
Las canciones de Mecano.
Conjugar en subjuntivo posible el nosotros.
Llamarte "bonito".
Verte conducir.
Verte dormir.
Escucharte respirar mientras duermes.
Tu olor.
Estar a tu lado...

...etcétera...

Um comentário:

Sergio disse...

ahhhhhhhhhh qué bonito!!!!!! simplemente qué bonito!!!!!!

sopas,

stp